miércoles, 12 de marzo de 2014

HISTORIA

MONOGRAFIA DEL MUNICIPIO DE TUNIA

Los españoles al mando de don Sebastián de Belacázar, algunos años después de la fundación de Popayán, 13 de Enero de 1537, fundaron una encomienda  de indígenas en un sitio distante como cinco leguas al norte de Popayán en un lugar llamado “Pueblo Viejo”. Esta región estaba habitada por los indios Tunías.  

En cuanto al nombre  de “Tunía” dado a la región donde  se estableció la encomienda, hay varias hipótesis:

1.- Se dice que los españoles llamaron “Tunía” a un lugar donde descansaban  en sus  jornadas de viaje de Quito a Cartagena, de Popayán a Cali, por estar sembrado de tunas o higo chumbo.

2.- Según el Dr. Zúñiga, chantre y dean* de la iglesia catedral de Popayán, en manuscrito de 1637, dice: “Había a cinco leguas al norte de Popayán una población de indios que llamaban de Tunía porque su jefe era el cacique Tunes.

3.- Según el historiador payanés Jesús María Arboleda Llorente, encargado de los archivos históricos del Cauca, Tunía en lengua nativa significa: “Tierra de agua”

Cualquiera de estas hipótesis puede ser cierta, pero la que más se acerca a la realidad y que podemos juzgar hoy como cierta es la de  “Tierra de agua”. 

La población en su mayoría indígenas pacíficos que vivían del trueque y la agricultura, fue tomando aspecto español. Fueron varios los encomenderos encargados de velar por la culturización y cuidado de los nativos y de protegerlos contra los abusos de los conquistadores y colonizadores quienes siempre los esclavizaban. Entre estos figuran Francisco Arévalo, Pedro Matta y Pedro Velasco. Los doctrineros encargados de la instrucción y evangelización  de los indios eran religiosos quienes cumplían su misión en una capilla especial llamada doctrinera.

En 1637 la aldea fue destruida por los belicosos indios pijaos quienes aliados  con los paeces se habían convertido en verdaderos obstáculos para la españolización de sus territorios de los que se veían despojados.  Los pijaos sin organización alguna, actuaban como mercenarios y acudían a donde eran requeridos y destruían todo lo que  encontraban a su paso. Algunos de ellos eran antropófagos.

Cuenta la leyenda que en el lugar conocido como Pueblo Viejo existía una choza que servía de templo y lugar de adoctrinamiento para los blancos e indígenas de la encomienda.

Un domingo cuando se oficiaba la Misa la feligresía se vio sorprendida por turbas de indios pijaos. El templo fue incendiado, el oficiante fue asesinado,  las vestiduras y los vasos sagrados profanados, los fieles muertos a lanzadas y mutilados. Todo lo realizaban al son de gritos y vociferaciones proferidos por la borrachera. Un trofeo que se llevaron, además de los vasos sagrados, fue a campana que llamaba a la oración, al adoctrinamiento y a la  celebración de la Eucaristía”.

Los pocos sobrevivientes de esta devastación levantaron nuevamente el pueblo el cual fue erigido en parroquia en 1744, siendo el primer párroco Don Manuel de Mesa Paz Maldonado. El primer obispo que visitó oficialmente esta parroquia fue el Excmo. Don Francisco José de Figueredo. 

Eclesiásticamente Tunía era de una gran extensión territorial, se puede decir que era mayor  que la del mismo distrito. De ella se segregaron la parroquia de San Antonio de Papua de Morales, Nuestra Señora del Rosario de Piendamó y Nuestra Señora de las Mercedes de Usenda.
  
Con la creación de la encomienda posiblemente lo había hecho  Don Juan del Valle, primer obispo de Popayán y quien trabajó cristianamente por el bienestar de los indígenas visitando las encomiendas de la Diócesis.

En 1851 Tunía fue trasladado del sitio “Pueblo Viejo”, antiguo Tunía, 1 km. al sur occidente, al lugar que hoy ocupa. Se fija como fecha de este acontecimiento el 24 de septiembre.

En este territorio se cultiva el café, el plátano, especialmente la variedad colicero o guineo, la yuca, las flores, frutales, yerbas aromáticas y medicinales. El fique, el café y el plátano junto con las flores marcan la pauta del desarrollo agrícola de la región.

La fauna es abundante en aves silvestres y exóticas. El PURUCO, ave de vistoso plumaje verde, azul y amarillo, no muy abundante en la actualidad, es considerado como ave representativa por ser originaria de la región. El venado, la guagua, el armadillo se encuentran en menor escala. Abundan los reptiles de toda especie destacándose las culebras o víboras como la 24 o cabeza de candado, la rabo de ají o coral, la X , la cascabel y otras de mordedura venenosa. Las orillas de los riachuelos y quebradas son el hábitat de muchos insectos.   


2 comentarios :

  1. tunia hermoso pueblo, hermoso recuerdos de mi infancia.

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    1. Tunia es mi pueblo natal, es de un clima agradable. Hay meses donde los atardeceres son espectaculares. Yo amo a mi pueblo.

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